martes, 20 de septiembre de 2011

Buscan darle vida a la biblioteca local

Leemos esta noticia sobre Argentina. Siempre hay "cerebritos" políticos que pìensan que lo que sobra, cuando hay que recortar, son las bibliotecas. Es una fijación que tiene unas consecuencias que empobrecen y entorpecen el desarrollo de la comunidad. La noticia habla de la fundación de una biblioteca popular y del proceso de decaimiento y cierre de la misma, hasta que algunas personas se han decidido a refundarla y volver a abrir.
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La Tata Sarapura se fundó en 1998. Tiene más de 5.000 libros y necesita de la ayuda de los vecinos para funcionar a pleno.

Eugenia Balbián tiene 70 años. Su espíritu incansable y su gran amor por los libros la llevaron a hacerse cargo, desde hace algo más de 8 meses, de la refuncionalización de la biblioteca popular Tata Sarapura, de San Lorenzo, que cerró sus puertas durante dos años por falta de personal y quedó abandonada.
La biblioteca, se creó en 1998 y cuenta con más de 5.000 libros, donados principalmente por vecinos de San Lorenzo y Salta capital.
Con el paso de los años, por cuestiones internas, el personal fue renunciando hasta que, finalmente, se dejó de atender al público. Perdió así su personería jurídica y la subvención que recibía de la CONABIP, organismo nacional orientado al fortalecimiento de bibliotecas populares.
Tal fue el olvido que en su edificio, que pertenece a la comuna, comenzó a funcionar un jardín de infantes. “Sentí una pena tan grande al ver que los libros eran arrumbados en dos cuartos, que decidí hacerme cargo. Recuperamos el espacio, pero necesitamos ayuda para salir adelante”, señaló Eugenia, actual presidenta y quien hace las veces de ordenanza, tesorera, recepcionista y cualquier otra labor que haga falta.

La poesía de Juan Carlos Dávalos
(que vivió mucha parte de su vida en Salta)
es un referente para quienes promocionan
esta biblioteca popular
Hoy cuenta con la única ayuda de un grupo de 7 chicos de entre 10 y 22 años que concurren todos los días como voluntarios. “Un día, al verme barrer, se acercaron y me ofrecieron su colaboración. Ellos pintaron las paredes y ordenaron todo”, destacó Eugenia.
A raíz de la humedad y el abandono, debieron tirar muchos libros. No obstante, hoy la biblioteca recuperó su personería jurídica y se le reconectó el servicio de energía eléctrica. Además, se están realizando las gestiones necesarias para contar otra vez con la ayuda de la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).
Sin embargo, aún falta mucho
(En el Tribuno.com.ar – 22. 8. 2011)

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