lunes, 26 de septiembre de 2011

Fallece la nobel que plantaba árboles: Wangari Maathai

La vida está llena de coincidencias (en ocasiones poco agradables). Hemos tenido reunión del Seminario de Biblioteca y Literatura Infantil y vamos a trabajar sobre árboles y bosques en este primer trimestre.

Andaba buscando hace un rato, (y he encontrado) un recorte de prensa de 2007, titulado “1.000 millones de árboles para 2007. La ONU lanza una campaña de reforestación dirigida a todo el mundo”, protagonizado por Wangari Maathai, quien, entre otras cosas, nos recuerda que: “Cuando plantamos árboles, plantamos las semillas de la paz y de la esperanza”.
A continuación, me he puesto en Internet para localizar el título del libro que describe su aventura: “Wangari y los árboles de la paz”, ilustrado con cuidados y cálidos dibujos. Ha sido entonces –al entrar en Internet- cuando me he enterado que había fallecido hoy precisamente y me he quedado de piedra…

Wangari Maathai recibió en 2004 el Premio Nobel de la Paz. Esta mujer keniana creó en 1977 el Movimiento Cinturón Verde (Green Belt Movement). Desde entonces, cerca de 900.000 mujeres de zonas rurales han trabajado en la conservación y la lucha contra la deforestación. Esta mujer, la primer africana en recibir el Nobel de la Paz, se dio cuenta enseguida que la degradación ambiental y la pobreza van tomadas de la mano, para empezar, por la falta de agua potable que provoca.

Y también es coincidencia o fatal casualidad, que la alegre, ecologista y emprendedora Wangari se haya ido, precisamente, en el Año Internacional de los Bosques y al inicio de un nuevo otoño. A veces hay casualidades excesivas…

En los enlaces siguientes, podéis encontrar información sobre su vida y su ecológica obra:


1 comentario:

  1. Ayer por la tarde, encontré el libro de Jeanette Winter: “Wangari y los árboles de la paz. Una historia verdadera”. Lo compré en la librería “La Central del Raval”, de Barcelona. Lo editó en 2009, Ediciones Ekaré. Las ilustraciones, de la propia autora, están llenas del colorido y de la sencillez de los diseños indígenas. El texto es corto, pero tiene un enorme simbolismo. Mañana estará ya en nuestra biblioteca escolar. (Macoca)

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