Desde 1976, año en que comenzó a entregarse el Premio Cervantes, cada mes de abril (y más concretamente el día 23, Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor) se hace entrega del Premio Cervantes correspondiente al año anterior. Eso contamos hace unos días, con motivo de la recepción del premio, por parte de Ana María Matute.
Lo que, desde luego, no es tan frecuente ni mucho menos deseable, es que sea precisamente en abril cuando fallezcan dos antiguos “Premio Cervantes”. En este caso, dos escritores latinoamericanos que nos han dejado esta semana pasada. Por un lado, Gonzalo Rojas Pizarro, profesor y poeta chileno. Nació en Lebú el 20 de diciembre de 1917 y falleció en Santiago el 25 de abril de 2011. Recibió el Premio Cervantes en 2003.
“Veo un río veloz brillar como un cuchillo, partir
mi Lebú en dos mitades de fragancia, lo escucho,
lo huelo, lo acaricio, lo recorro en un beso de niño como entonces,
cuando el viento y la lluvia me mecían, lo siento
como una arteria más entre mis sienes y mi almohada…”
mi Lebú en dos mitades de fragancia, lo escucho,
lo huelo, lo acaricio, lo recorro en un beso de niño como entonces,
cuando el viento y la lluvia me mecían, lo siento
como una arteria más entre mis sienes y mi almohada…”
Y, por otra parte, Ernesto Sábato, escritor argentino (nacido en Rojas, Provincia de Buenos Aires, el 24 de junio de 1911 y fallecido en Santos Lugares, 30 de abril de 2011). Sábato recibió el Premio Cervantes en 1984. Es autor de Sobre héroes y tumbas, Abbadón el exterminador y El túnel, entre otras obras, pero también fue el hombre atormentado y horrorizado que presidió La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, cuyo trabajo terminó con la publicación de un informe titulado “Nunca más”, que permitió juzgar a las dictaduras militares argentinas.
Ernesto Sabato creó en vida una Fundación que lleva su nombre y que preside su compañera Elvira González Fraga, destinada tanto a preservar su obra como a "luchar por la salvaguardia de los valores que engrandecen a la humanidad". La Fundación "busca en comunidad modos de vida donde la solidaridad ocupe un espacio creativo, junto al arte y a la cultura" y tiene en marcha varios proyectos de cooperación.
Aunque los versos de Rojas y los textos de Sábato están escritos para personas adultas, es razonable que en un blog de una biblioteca escolar, mencionemos sus nombres y ofrezcamos enlaces para ampliar las informaciones sobre su vida y su obra. Los dos fueron creadores y han dejado huella.
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