De vez en cuando, aunque sabemos el valor poco más
que simbólico de estas celebraciones, conviene pararse a pensar y a tomar
conciencia de lo que hacemos; en este caso, en lo relacionado con el cuidado de
nuestro entorno natural y emocional.
Cualquier día es bueno para releer “El hombre
que plantaba árboles” de Jean Giono. Lo puedes encontrar en nuestra
biblioteca escolar. El fragmento anterior está tomado de dicho libro, como habrás
podido deducir.
O para releer, una vez más, el Discurso
del jefe indio Seattle dirigido al hombre blanco (1855),
“… Continuad contaminando y corrompiendo vuestro
lecho y cualquier noche moriréis ahogados en vuestra propia suciedad. Eso
sí..., caminareis hacia la extinción rodeados de gloria y espoleados por la
creencia en un Dios que os da poder sobre la Tierra y sobre los demás hombres…”
Discurso que puedes leer en este enlace:
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