En los expositores de la biblioteca ya podemos encontrar
un repertorio de libros que se refieren al agua o en los que el agua es
elemento principal.
En los expositores acristalados hay 24 fotografías
grandes, sacadas de la prensa, en las que el agua es también elemento
relevante.
En las aulas, están ya las hojas grandes de cartulina
sobre las que escribirán, dibujarán y pintarán los chavales, estimulados y
asesorados por el profesorado correspondiente, para crear un libro colectivo en
cada ciclo.
Las madres del grupo de cuentacuentos tienen que acelerar
ya la lectura, selección y preparación de los cuentos o de los libros que van a
contar.
El grupo de madres que ornamentan la biblioteca, por su
parte, acaba de forrar la puerta de la biblioteca con motivos acuosos y la han
dejado preciosa para la ocasión. Ese sí va a ser un buen recordatorio de que
estamos dedicando algún rato a ocuparnos de llevar adelante este nuevo
proyecto, impulsado desde la biblioteca escolar.
Empieza
noviembre; el otoño se hace más presente y con esta decoración nos acordamos de
que este año, según la ONU, es el “Año Internacional de la Cooperación en la
Esfera del Agua”. Estamos en ello.
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