Hoy se cumplen 75 años de la muerte
de Antonio Machado en Collioure, pobre, casi desnudo, como los hijos de la mar.
Don Antonio Machado fue un andaluz trasplantado a Castilla. Allí encontró el
amor y la desolación. Baeza, Segovia y Madrid completaron su ruta hasta que la guerra,
siempre la maldita guerra, le llevó dando tumbos, junto a su madre, hasta la
frontera con Francia. Allí, en Collioure, murió tal día como hoy en 1939. Su
tumba sigue allí, donde fue acogido durante los escasos días que sobrevivió. Y
siempre hay flores en la misma...
El Gobierno de Franco inició un expediente de
depuración a la ilustre figura de don Antonio en 1941. Lo dejó sin derecho a
ejercer la enseñanza en su país y detalló su muerte en el campo de
concentración de Argèles. Hoy, este expediente, sigue vigente, como muchas
otras causas de aquella etapa gris de la historia en la justicia española. Su
literatura se leyó en la clandestinidad y tardó 40 años en conocerse su triste
historia: la de un poeta que estaba condenado a morir a y a ser enterrado en el
exilio. (Texto tomado, con pequeñas variaciones de la Biblioteca de Boltaña
en facebook).
Recuerdo infantil
Una tarde
parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Poemas musicados por Joan Manuel Serrat:
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