Día de la biblioteca 2014
Información en:
Este año se difunden 5000 carteles de Carme Solé y el pregón
(images/pregón.pdf) de Antonio Rodríguez Almodóvar
entre las bilbiotecas de España. El acto protocolario tendrá lugar el día
23, a las 18,00h, en LA CASA DEL LECTOR
PREGÓN HOMENAJE A ANA MARIA MATUTE
¡Ana María, despierta!
El príncipe se quedó contemplándola. Era guapa, el pelo
negro, los ojos grandes, la boca carnosa. Luego la sacudió suavemente, por un
hombro. Insistió: - Vamos, mujer, que ya es hora.
Ana María, solo después de un rato, empezó a moverse.
Primero movió un dedo, luego una ceja, luego entreabrió un ojo.
-¿Y tú… quién… eres? –preguntó, no sin gran
esfuerzo.
-¡Soy el Príncipe Azul!
-¿El qué?
-El príncipe… ¿No te acuerdas? Tenemos que amarnos.
-¿Es obligatorio?
-Claro, lo manda la tradición.
-¡Pues entonces vete a hacer gárgaras!
Ana María se giró hacia un lado y volvió a dormirse. El
príncipe quedó sumamente desconcertado. Se incorporó del filo del lecho y se
puso a pasear la estancia. Vio las telarañas del tiempo colgando de los pesados
cortinajes, vio a un par de alabarderos durmiendo de pie, la nariz del uno
apoyada en la nariz del otro. Vio, o mejor
dicho, escuchó la estridente sinfonía de ronquidos que le
llegaban de todas partes de aquel palacio encantado; ronquidos atronadores de
guardianes forzudos, ronquidos silbantes de cocineros exquisitos, ronquidos
trascendentes de capellanes gordinflones, ronquidos, ronquidos… Como que tuvo
que taparse las orejas para no ser víctima de aquel terremoto sónico… y
entonces se dio cuenta: ¡el fuego de la chimenea también dormía! Se acercó,
aproximó una mano a aquellas llamas petrificadas y quedó
ensimismado… Luego de un tiempo incontable, levantó la vista y vio sobre la
repisa una hilera de libros. Eran libros de cuentos, los únicos objetos de
aquel lugar
que no habían acumulado polvo ni telarañas. Con un tembleque
en el dedo índice de la mano derecha, impropio de todo un príncipe, fue
recorriendo los títulos: Cuentos de antaño, de Charles Perrault, Cuentos de los
hermanos Grimm, Cuentos de H. C. Andersen, Cuentos de Ana María Matute... Al
leer este último, el corazón empezó a
repicarle. Sacó el libro y lo abrió. Al azar fue leyendo:
“Todos nos acostamos con el lobo, pero lo que no podemos hacer es confundirlo
con la abuelita.” “La infancia es más larga que la vida”. “El que no
ama está muerto”.
Justo al acabar esta frase, cesaron los ronquidos y el fuego
de la chimenea cobró repentina vitalidad. El príncipe se apartó.
-Eso, ahora ponte a curiosear en mis cosas -oyó
a sus espaldas. Levantó un poco más la vista y vio, en el espejo de la
chimenea, cómo se incorporaba en su magnífico lecho una dama todavía más
magnífica. Casi cien años de edad, el pelo totalmente blanco y la sonrisa totalmente
pura.
- ¿Se puede saber qué día es hoy?
-¿Hoy? -El príncipe no tenía ni la menor idea.
-¡Me acabo de acordar! -Exclamó ella-. ¡Es 24 de
octubre, día de la Biblioteca! ¡No te quedes ahí pasmado, que los niños nos
están esperando! ¡Vamos, Príncipe Azul, mueve el culo!
Antonio Rodríguez Almodóvar
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