
Desde
hace años, Emilio Lledó es un referente de cordura y sentido común, un hombre
que todo lo que dice y escribe se tiene en cuenta: “En el mundo de la
realidad, estamos; pero en el mundo del lenguaje, de los libros, somos”.
Curiosamente,
en un breve periodo de tiempo, ha recibido la notificación de tres premios: la
Asociación de Editores de Madrid le ha concedido el Antonio de Sancha “por
su compromiso con la cultura y la literatura” y desde México le han
concedido el I Premio Internacional de Ensayo Pedro Enríquez Ureña. Él, después
de toda una vida dedicada a la enseñanza, a la filosofía y a la literatura,
recibe estos galardones con sentido del humor: “Eso quiere decir que ya estás
tan viejo que están diciendo ´vamos a despedir simpáticamente a este señor”.
Preguntado por la salud del país, su
respuesta fue: “En la dictadura teníamos la esperanza de que esto cambiaría,
y ahora estamos en el territorio de aquella esperanza y muchas veces
desesperanzados”.
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