El 12 de diciembre de 1914 se publicó por primera vez el
libro de Juan Ramón Jiménez, PLATERO Y YO. Hoy se cumplen, por tanto, 100 años
de aquel suceso editorial. Muchas generaciones de niñas y de niños crecimos a
la sombra de un burro peludo, de tacto suave..., cuya historia comenzaba así:
«Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que
se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de
sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se
va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las
florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: “¡Platero!" y viene a mí con
un trotecillo alegre que parece que se ríe...».
Aunque gran parte de su lectores son y siguen siendo los
niños, el texto no fue escrito para los más pequeños. Así lo
reconocía su autor, Premio Nobel de Literatura en 1956, en un «prologuillo» a la edición: «Yo
nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede
leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se
le ocurren».
El pasado curso comenzamos un pequeño proyecto de realizar,
con el alumnado del segundo y tercer ciclo y su profesorado correspondiente,
una edición manuscrita y única del citado libro, para incorporarlo a la
biblioteca escolar. Solo faltan algunas ilustraciones de los pequeños para
poder encuadernarlo y colocarlo, como decíamos en la biblioteca. Ahí van
algunas páginas de la obra.
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