Si ayer saludábamos la
presencia de Antonio Machado en las paredes literarias de nuestro pasillo
superior, esta mañana, nuestros vecinos de sexto B han colgado el nombre de
Francisco de Quevedo. Autor de obras en prosa y también en verso. Muy celebrada
su novela picaresca “El Buscón” y escritor de lengua afilada que mandaba dardos
envenenados (con las palabras) a algunos de sus contemporáneos. Famosos fueron
sus enfrentamientos dialécticos con Don Luis de Góngora...
Érase un hombre a una
nariz pegado,
érase una nariz
superlativa,
érase una nariz sayón y
escriba,
érase un pez espada muy
barbado...”
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“Después que te conocí,
todas las cosas me sobran:
el sol para tener día,
abril para tener rosas...”
el sol para tener día,
abril para tener rosas...”
¡Qué hermosa me parece la idea de una Avenida de la Literatura!¡Me encantaría vivir allí!
ResponderEliminarPreciosa iniciativa para estos tiempos en que la primavera no nos quiere regalar sus luces y podemos sustituirla por la iluminación de maravillosos poemas.
Un abrazo