Los últimos días de abril,
todo el alumnado del colegio pudo asistir a las sesiones de cuentacuentos que
las madres y el padre del grupo ofrecieron en la biblioteca. Contaron su cuento
individual y, finalmente, unieron fuerzas y voces para contar el cuento
colectivo. Eligieron o inventaron narraciones que tuvieran como protagonistas a
los libros: “El león que no sabía escribir”,
“El hombrecillo de papel”, “El monstruo y la bibliotecaria” o aquel
protagonizado por Mercè (la directora), Manolo (el conserje) y un tigre...
¡Raro!, ¿no? Finalmente, todas juntas, contaron otro en el que el protagonista
era un camión que transportaba libros... Unos días antes, se habían entregado
los carnets plastificados a todos los niños y niñas del colegio y un pequeño
documento gráfico y en color que recordaba las “obligaciones” que contraen los
usuarios de la biblioteca con esa instalación y sus contenidos, editado por el Seminario de Biblioteca y Literatura Infantil del colegio.
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