jueves, 21 de mayo de 2015

Libros colectivos en 1º de Primaria

En este blog bibliotecario, hay muestras de diversos proyectos realizados en el colegio, en los que, como horizonte de trabajo y como realización final, se encuentra la confección de un libro colectivo. En ocasiones, ese proyecto se ha impulsado desde la biblioteca escolar, al hilo del desarrollo de una actividad concreta, y en otras, se ha realizado desde una clase, un nivel o un ciclo determinados... En los enlaces que siguen, puede verse algo de lo dicho:


En esta ocasión, vamos a referirnos al trabajo realizado en un aula del Primer ciclo de Primaria. Para ello, hemos hablado con Silvia Gómez Bosque, tutora de 1º durante el presente curso y participante también del Seminario de BLI, quien nos muestra y nos explica el contenido de una bolsa especial, donde se guardan varios ejemplares de libros únicos y colectivos, puesto que se han confeccionado sumando los trabajos que han realizado los niños y las niñas de su clase. Algunos de esos libros se han generado y finalizado en el aula y otros se han construido con ayuda de las familias. 





Silvia nos muestra y nos explica... Por un lado, tenemos títulos como “Conocemos los animales”, “Refranes” y “Recetas del mundo”. Los tres –cada cual con el contenido que sugiere el título- se han confeccionado en el domicilio familiar, con ayuda de la madre o el padre de cada criatura. En el primero hay una pequeña investigación de las particularidades de un animal; en el segundo, cada uno ha escogido, escrito e ilustrado un refrán y en el tercer caso, han hecho lo propio con recetas gastronómicas de distinta procedencia... 

En otros casos, el proceso se ha iniciado con la lectura de otros libros, álbumes ilustrados, libros de poemas... que han posibilitado la generación de textos, por parte de niños y niñas, hasta confeccionar nuevos títulos. Es el caso de “Abece bichos”, en el que cada participante, juega con palabras que comienzan por una inicial concreta, realizando sencillos tautogramas y, además colorea dicha inicial de varias maneras, en un claro guiño “warholiano” o el de “Flora y el Flamenco”, un álbum sin palabras al que los chavales, añaden precisamente elementos narrativos o diálogos, que imaginan  a partir de las imágenes. El titulado “Acrósticos” nace de la lectura del libro “El secreto” de Éric Battut. Cada niño o niña elige una de las palabras que ha escuchado en la lectura y genera un acróstico. La suma de todos los construidos dará forma definitiva a un nuevo libro colectivo. Similar estrategia es la que ha dado como resultado “El ladrón de palabras”; tras la lectura de este libro de Nathalie Minne, cada niño y cada niña eligen unas palabras y construyen unas frases o un minicuento. En “El noticiero de los libros” lo que se escribe es una noticia inventada sobre el libro que se ha leído en clase... y, para terminar, citamos “El libro de las presentaciones”, en el que cada cual colorea su fotografía y escribe algunas características personales que desea dar a conocer... Libros, todos ellos que, finalizado el curso, bien podrían nutrir las estanterías dedicadas a la autoedición en la biblioteca escolar del colegio.

Silvia confiesa las fuentes en las que ha bebido y bebe para embarcarse en estos emocionantes proyectos que procuran otras miradas y definen nuevos caminos para abordar los objetivos pedagógicos, creativos e innovadores... La lectura de álbumes propuestos desde el “Pipiripao” (grupo de trabajo surgido en la biblioteca de Zuera, con Chus Juste y Félix Albo, como principales impulsores y los trabajos y publicaciones, en este sentido, de Víctor Moreno, Montserrat Sarto o Mariano Coronas... Como ella misma afirma: “Intento llevar la finalidad comunicativa de la lengua y la literatura de una manera diferente; fomentando la lectura y la escritura”.

En unos tiempos escolarmente revueltos y pedagógicamente poco boyantes en general, como los que se viven en la escuela desde hace un tiempo, (con la obsesión evaluativa de las autoridades) deben ser los maestros y maestras quienes retomen sendas, ya exploradas en muchos casos, que ofrecen ingredientes innovadores, sorpresas creativas y horizontes hacia los que caminar con ilusiones renovadas y entusiasmo pedagógico. Estos libros colectivos que Silvia realiza con sus alumnado son una prueba evidente de que las cosas pueden hacerse de otro modo; son ejemplos palmarios de cómo hacer una escuela diferente.

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