Francisco Ontañón (1930, Barcelona – 2008, Madrid) es uno de los
grandes nombres de la fotografía española. Une su nombre a una gran lista de
fotógrafos que nos mostraron con sus obras uno de los periodos más negros y
duros de este país.
Autorretrato |
La
Galería Arte Sonado, en La Granja de San Ildefonso (Segovia), expondrá una serie de sus trabajos desde el próximo
6 de octubre hasta
el 16 de diciembre. La muestra ha sido comisariada por Laura Terré y
lleva por titulo “Más
Que Niños”.
Para los que no podamos
desplazarnos hasta la provincia de Segovia, tenemos la posibilidad de disfrutar
de sus fotografías, buscando en Internet. Son retratos en blanco y negro y nos
acercan la imagen de un país diferente al que tempos conocido (no sabemos dónde
nos llevarán estos tiempos…) Este blog de la biblioteca escolar quiere animaros
a la lectura de imágenes (e igual que hicimos el pasado curso con el francés
Robert Doisneau), os sugerimos que escribáis el nombre de Francisco Ontañón en
un buscador y paséis un rato interesante observando sus imágenes. Y, ya de
paso, leed las palabras que siguen, pronunciadas por el propio Francisco:
“Yo de pequeño era muy malo, cuando comencé a
trabajar en un banco ya no tenía ni padre ni madre, vivía con mi tía, una
hermana de mi madre. Me pusieron un tutor. Me escapaba de casa y hacía lo que
quería. Mi tía no podía conmigo. El tutor era un militar y un día (tenía
catorce años) me cogió y me llevó a la comisaría más negra y cutre que hay en
Barcelona, en la calle Unión, de esas que tienen las rejas a ras de la calle.
La mesa del comisario era como esa foto famosa de Cartier-Bresson donde hay una
lámpara, una mesa de madera, un tipo y un acusado. Me hicieron quitar el
cinturón y los cordones de los zapatos. Me pasé la noche en un lugar lleno de
humedad.
Si hubiese seguido por ese camino hubiera terminado muy mal.
Pero descubrí la fotografía y me permitió conocer una afición que me hizo ver el mundo de otra manera, porque yo no conocía nada de la vida, sólo conocía mi barrio y cuatro escaparates que veía todos los días cuando iba y volvía del banco.
Siempre que puedo cuento esto a la gente joven.” (Paco Ontañón, 2008)
Si hubiese seguido por ese camino hubiera terminado muy mal.
Pero descubrí la fotografía y me permitió conocer una afición que me hizo ver el mundo de otra manera, porque yo no conocía nada de la vida, sólo conocía mi barrio y cuatro escaparates que veía todos los días cuando iba y volvía del banco.
Siempre que puedo cuento esto a la gente joven.” (Paco Ontañón, 2008)
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