El 31 de marzo se cumple el Centenario del nacimiento de
Octavio Paz; el poeta mexicano que fue galardonado en 1990 con el Premio Nobel
de Literatura. Unas notas biográficas y unos enlaces con diversas informaciones
sobre su vida y su obra, completan esta referencia.
Octavio Paz Lozano (Ciudad de México, 31 de marzo de 1914) fue un poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano. Se le considera uno de los más influyentes
escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas hispanos de todos los
tiempos. Su extensa obra, abarcó géneros diversos, entre los que
sobresalieron: poemas, ensayos y traducciones.
El 19 de abril de 1998 Octavio Paz murió en la Casa Alvarado, Ciudad de México. El escritor había sido trasladado ahí
por la presidencia de la República en enero de 1997, ya enfermo, luego de que
un incendio destruyó su departamento y parte de su biblioteca. Durante
un tiempo, la Casa Alvarado fue sede de la Fundación Octavio Paz y ahora lo es
de la Fonoteca Nacional.
ESCRITURA
Yo dibujo estas letras
como el día dibuja sus imágenes
y sopla sobre ellas y no vuelve.
como el día dibuja sus imágenes
y sopla sobre ellas y no vuelve.
LA PALABRA DICHA
La palabra se
levanta
de la página escrita.
La palabra,
labrada estalactita,
grabada columna,
una a una letra a letra.
El eco se congela
en la página pétrea.
Ánima,
blanca como la página,
se levanta la palabra.
Anda
sobre un hilo tendido
del silencio al grito,
sobre el filo
del decir estricto.
El oído: nido
o laberinto del sonido.
Lo que dice no dice
lo que dice: ¿cómo se dice
lo que no dice?
Di
tal vez es bestial la vestal.
Un grito
en un cráter extinto:
en otra galaxia
¿cómo se dice ataraxia?
Lo que se dice se dice
al derecho y al revés.
Lamenta la mente
de menta demente:
cementerio es sementero,
simiente no miente.
Laberinto del oído,
lo que dices se desdice
del silencio al grito
desoído.
Inocencia y no ciencia:
para hablar aprende a callar.
de la página escrita.
La palabra,
labrada estalactita,
grabada columna,
una a una letra a letra.
El eco se congela
en la página pétrea.
Ánima,
blanca como la página,
se levanta la palabra.
Anda
sobre un hilo tendido
del silencio al grito,
sobre el filo
del decir estricto.
El oído: nido
o laberinto del sonido.
Lo que dice no dice
lo que dice: ¿cómo se dice
lo que no dice?
Di
tal vez es bestial la vestal.
Un grito
en un cráter extinto:
en otra galaxia
¿cómo se dice ataraxia?
Lo que se dice se dice
al derecho y al revés.
Lamenta la mente
de menta demente:
cementerio es sementero,
simiente no miente.
Laberinto del oído,
lo que dices se desdice
del silencio al grito
desoído.
Inocencia y no ciencia:
para hablar aprende a callar.
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